Puede parecer lógico, y es que para dirigir una empresa lo suyo es que el CEO o el Director, debe de conocer el negocio, y así lo ha entendido el nuevo gobierno de los Estados Unidos al fichar a David Steiner, ex miembro de la junta directiva de FedEx para el puesto de director del Servicio Postal de los Estados Unidos, el Correos de aquel país.

La diferencia con respecto a lo que ocurre con el Correo español es más que llamativo, donde los directores siempre han sido designados a dedo por el gobierno de turno, y han sido o amigos del presidente, o políticos del partido en el poder en ese momento, como ocurre en la actualidad con la presidencia de Saura, pero puesto por el que llego a pasar el actual jefe de la oposición Alberto Núñez Feijoo.

Y eso que la discusión no es muy distinta en el USPS y en Correos, con las conversaciones sobre una potencial privatización en el horizonte, situación a la que el nuevo director Steiner tendrá que afrontar una vez que se incorpore a su posición, sobre el próximo mes de julio.

Pero no será el único frente en el que tenga que trabajar, los sindicatos ya han alzado la voz precisamente por la cuestión de la privatización, y están presionando debido a que steiner todavía no está oficialmente nombrado debido a que debe de pasar los procesos de ética y autorización de seguridad que se precisa para poder acceder a este tipo de posiciones.

Como se puede apreciar, el proceso es totalmente opuesto a lo que sucede en España, aunque la oficialización del puesto de CEO de Correos debe de ser refrendado por el parlamento, el partido en el gobierno suele tener los votos suficientes para que esto sea solo un trámite.

Y luego, sucede lo que sucede, y es que el servicio del servicio postal español deja mucho que desear, tanto que el nivel de Correos según la Unión Postal Universal, que anualmente hace un ranking de calidad de servicio, el de España tiene una nota de 6 sobre 10, quedando por debajo del correo de Chipre y a la misma altura del de Rumania. Por cierto, el mejor es el de Suiza y luego Alemania:

 

Como decíamos, el «run run» de la privatización esta encima de la mesa, algo a los que los sindicatos del correo postal americano no están dispuestos, ya que entienden que un servicio con una historia de más de 250 años no puede quedar en manos privadas, y temen que la llegada de Steiner, por el perfil y su experiencia, este encaminada precisamente a la privatización para poder competir en el duro mercado estadounidense con compañías como UPS, FedEx o DHL.

No solo es eso, los sindicatos temen también un importante reducción de personal mediante la privatización y que finalmente, el Gobierno ha decidido plegarse a las presiones que ejercen las compañías privadas de transporte para «eliminar» al USPS del servicio de envíos de paquetería, para quedarse con el negocio que gestiona.

Otra diferencia con respecto a España es que para el correo de Estados Unidos tienen un plan de modernización y reducción de costes, para lo que han establecido un periodo de 10 años, desde el 2021 al 2031, y cuyo objetivo es primero detener las perdidas de USPS, y luego reducir las mismas (tiene un presupuesto aproximado de 78.000 millones de dólares al año), que ojo, se financia principalmente por sí misma, incluso a través de sellos y paquetes, a diferencia del Correo español, que se financia plenamente de los presupuestos generales del estado.

Tendremos que ver la evolución que tenga USPS a partir de la llegada de su nuevo directivo, pero sobre el papel, fichar a un profesional con una reputación intachable, y que además conoce el negocio, es jugar con más cartas ganadoras frente a un director cuyo gran logro es ser miembro del partido político de turno que esta en el gobierno en ese momento.

Así nos luce el pelo con Correos……

Carlos Zubialde

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