Y es que existen frenos importantes pese a las buenas palabras que se pueden leer y escuchar de forma constante desde el propio sector. Y son frenos localizados, conocidos y que son posibles de superar.
Automatizar y digitalizar son las dos vertientes fundamentales con las que se trabaja en el futuro del transporte, o por lo menos, son las bases sobre las que se quiere sustentar la propia actividad. Lograr que esas dos bases sean sólidas y reales no es sencillo, y los 3 principales frenos tienen que ver precisamente con ello.
Da igual el orden, otra cuestión será la importancia, los principales frenos son el coste, la escasez de nuevo talento alineado con las nuevas tecnologías y sobre todo, la resistencia al cambio dentro de las propias organizaciones.
Posiblemente el coste (no hablamos de inversión, porque no se ve como tal) es la primera barrera, y que la pone el propio sector, mas bien dicho, la cúpula directiva de las propias empresas. Cierto es que de forma histórica se ha trabajado con unos márgenes muy reducidos, siendo un sector muy sensible a los costes y a las propias guerras de precios que generan en el mismo transporte. Por eso, un buen aterrizaje, con uno claro ROI es la forma de atacar este freno.
El siguiente viene siempre unido al primero, y es que además de ser caro, no hay quien lo pueda hacer. Integrar las nuevas tecnologías es francamente difícil en un sector donde conviven múltiples sistemas de información, TMS, programas de todo tipo y una muy baja gestión del dato. Esto tiene como consecuencia que los profesionales precisos con estas formaciones elijan otro tipo de sectores menos caóticos que el transporte.
Pero, sobre todo, el mayor de los frenos es la falta de cultura y liderazgo para afrontar un cambio de situación, que lleva a las organizaciones hacia un sitio desconocido, fuera de su zona de confort. La falta de un verdadero liderazgo basado no solo en los aspectos más intrínsecos de la dirección, sino ligado a la implementación de la tecnología son el principal freno para el futuro.
Los actuales directivos y los que en el futuro accedan a estas posiciones, deben de comprender el recorrido que se precisa realizar, y como hacer que sus organizaciones también hagan ese camino desde la más alta implicación, afrontando un cambio cultural y operativo.
Carlos Zubialde
info@carloszubialde.com
hola@hablemosdetransporte.com




