Con esta medida tan drástica, DHL quiere por un lado curarse la herida antes de hacersela, y es que realizar por un lado la gestión aduanera en EStados Unidos ciertamente no es nada sencillo en la actualidad, para luego terminar peleando con el consumidor final, con el destinatario, a quien deben de cobrar esos aranceles que Donald Trump ha puesto a todas las mercancías. Otra opción para las empresas de transporte es que una vez llegada la mercancía a la aduana estadounidense, avisar al destinatario del importe de los aranceles para que haga una reposición de fondos y poder liberar la mercancía.
Sea el primero o el segundo caso, DHL, por experiencia, sabe que eso es la puerta a un conflicto con el destinatario final, y que además, una parte importante de esas mercancías pueden quedar abandonadas porque esos destinatarios se niegan a pagar los aranceles que su presidente ha puesto en marcha. Y el abandono de la mercancía si que es un grave problema, por gestiones aduaneras, devolución al remitente, abandono, destrucción etc.
Ante todo este panorama, DHL ha primado un criterio de eficacia, suspende el servicio para las mercancías de ecommerce destinadas para Estados Unidos y con valor superior a 800 dólares, y así se evita problemas. Y si la situación cambiara y mejorara, entonces como la suspensión es temporal, lo pondría otra vez en funcionamiento. Porque otro motivo más esta también en el umbral del valor de la mercancía: hasta el pasado 05/04/2025 solo requerían trámites aduaneros formales las mercancías cuyo valor fuera superior a los 2500 dólares, pero a partir de esa fecha, ese umbral se redujo a los 800 dólares.
Con respecto a los envíos entre empresas o entre empresas y particulares con un valor declarable en aduanas inferior a los 800 dólares no se verán afectados por la suspensión momentáneamente según ha declarado DHL. Y finalmente, los los envíos empresa a empresa estadounidenses, independientemente de su origen y que tengan valor declarable superior a los 800 dólares tampoco se verán afectados por esta cancelación por el momento.
Lo que queda por observar en las próximas fechas es por un lado como moverán ficha los clientes no estadounidenses de DHL que hagan ventas en el mercado USA de mercancías que se vean afectadas por esta suspensión; y por otro lado, como acentuaran el resto de competidores de DHL en ese mismo segmento. Queda por ver si UPS, Fedex y compañia similares terminan por adoptar la misma decisión o por contra, siguen intentando dar el servicio y ver si les es rentable o no.
Por último, queda por ver si dentro de esta guerra arancelaria, otras zonas como la Unión Europea pongan aranceles similares a productos de Estados Unidos o China (ya hubo voces a favor de ello hace unos meses con mercancías origen China), y si ocurre, como actuaran en ese caso las empresas de transporte y logística.
Toca estar alerta.
Carlos Zubialde
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