Las cifras no mienten, el absentismo laboral del sector continua al alza, alcanzado un 8%, que sube hasta el 12% en el caso de las actividades postales y de correos, cifras que no paran de subir con el paso de los años, y que parece no tener un horizonte de reducción en el futuro.
Todos los datos que se publican muestran esta tendencia, llegando al 8% como decíamos, niveles muy elevados y que impacta en las cuentas y cifras de negocio de las empresas del sector. Pero si miramos más en profundidad, y siendo conscientes que el absentismo lastra la competitividad, detrás se encuentran varios motivos, pese a que únicamente parece ponerse el foco en la perdida que supone para la empresa, detallado incluso en horas (140 en concreto por trabajador y año, según un informe del CEL-Centro Español de logística-).
Los principales causantes de este alto absentismo esta relacionado con 3 variables muy bien localizadas, esas de las que llamaríamos como “sospechosos habituales”: la dureza de la actividad, el envejecimiento del sector y las condiciones salariales.
Podemos apreciar que los dos primeros son motivos estructurales; la actividad requiere de un alto componente físico en muchas de las posiciones, mientras que las que tienen menor exposición al trabajo manual, sufren de un muy alto componente de estrés. Y por otro lado, el envejecimiento de las plantillas es más que evidente, no existiendo un real relevo generacional y que supondrá un grave problema en pocos años, cuando la mayoría de los trabajadores que actualmente cuentan ya entre 50 y 55 años abandonen la actividad para su jubilación.
Pero aunque estos aspectos puedan suponer el 75% de las bajas en el sector, cada vez existe un mayor numero de empleados que sintiéndose mal remunerados a la vez que presionados por una actividad cada vez con mayor estacionalidad, terminan por no acudir a su puesto de trabajo. Y con los datos en la mano, estas bajas son cada vez de duración más larga.
¿Soluciones?
Es claro que se precisan soluciones, pero para ello el propio sector y las empresas que lo componen deben de hacer una clara reflexión sobre el “nuevo” mercado laboral. En tiempos pasados, las opciones de trabajo eran menores por lo que muchos trabajadores podían continuar en su puesto pese a no estar en las mejores condiciones. En la actualidad, el mercado ha cambiado, ya no es la empresa quien entrevista al trabajador, es el trabajador quien entrevista a la empresa.
Continuando con esta línea, queda claro que hay que mejorar las condiciones laborales de los trabajadores del sector del transporte y la logística, es necesario impulsar por parte de las empresas políticas reales de bienestar y salud laboral, pero lo dicho, con un compromiso real y no solo una intención. Apostar por el teletrabajo, por ejemplo, mejorar las condiciones horarias o cuidar la salud mental de la plantilla son requerimientos que ya deberían de estar encima de la mesa de las empresas del sector.
Pero tampoco habría que olvidar trabajar en la línea de mejorar y ser más flexibles en el incremento de días libres o los turnos de vacaciones, reorganizando de forma más lógica las plantillas en función de las necesidades reales del trabajo, y no por estimaciones interesadas.
Y nos quedaría hablar de tecnología para mejorar las operativas, pero ese es otro debate, ese en el cual muchas empresas lo que se plantean es reducir personal apoyándose en la tecnología, en lugar de hacer más y mejor con los recursos ya existentes.
Carlos Zubialde
info@carloszubialde.com
hola@hablemosdetransporte.com