Y la caída es del 10% en el segundo trimestre del 2025 si hablamos de transporte internacional, pero no es el único tipo de tráfico en descenso, el tráfico de transporte nacional de mayor distancia y el transporte interregional también han descendido, algo menos que el internacional un 5% en concreto.

La situación internacional, con dos países como Alemania y Francia, destinos de una gran parte de la exportación de la industria española, se encuentra completamente estancado, y esto pasa factura al transporte internacional, que ha transportado según los datos aportados por el Ministerio de Transporte cerca de 23 millones de toneladas, frente a las 25.5 millones de toneladas que lo fueron en el segundo trimestre del 2024.

Significar que esta caída del segundo trimestre mantiene una tendencia a la baja, en el primer trimestre el descenso fue de 4.58%. Desde hace ya varios trimestres, el ajuste a la baja del volumen de mercancía transportado se afianza, exceptuando el último trimestre del 2024 que subió las toneladas transportadas, pero fue un espejismo, una excepción puntual que refleja la situación económica de Europa.

Es cierto también que mientras las toneladas de transporte internacional se reducían, las de ámbito nacional lo hacían al alza, tendencia que también cambio en el primer trimestre del 2025 y que se acentúa en el segundo, con una bajada cercana al 5% del total de toneladas de mercancía nacionales transportadas. Son los transportes de mayor distancia y los interregionales los que están teniendo este descenso, en un punto preocupantes pero que son de alguna forma mitigados por el resto de los tráficos nacionales, que han subido como los de menor distancia (dentro del mismo municipio o provinciales).

Esta reconfiguración de los flujos de las cadenas de suministro se empieza a afianzar en unas economías donde se busca una mayor eficiencia y una reducción de costes, implicando un menor uso de transporte potenciando la busqueda de proveedores industriales más cercanos. Esto impacta hasta el punto de que en Europa, solo el 17% de los transportes terrestres son de larga distancia (+700 kilómetros).

Y nos quedaría hablar del precio, claro, porque se puede pensar que a un menor volumen, la guerra de precios pudiera ser intensa, cuestión que es cierta, pero que también queda diluida por la falta de camiones, cuyo impacto final es el aumento del precio del transporte, creciendo el precio de los fletes por encima del 5%.

La evolución de los futuros trimestres quedará seguramente bajo el influjo de una menor disponibilidad, y también de una menor masa de kilos a ser transportados.

Carlos Zubialde

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